Un santo de rodillas ve más lejos que un filósofo de puntillas. (Corrie ten Boom)

24.4.11

Luz de Cristo

Fuente: todanoticia.com
Hay mucha gente que critica a la Iglesia, busca ver siempre lo negativo. Lamentablemente son gente que no están muy comprometidos con su Iglesia; la ven como una institución, y esperan que ella satisfaga sus necesidades o deseos. Dicen con cierto orgullo que “no soy como los que siempre van a la Iglesia, se dan golpes de pecho, pero después dan mal ejemplo”.
Yo pregunto: ¿Quién es la Iglesia? En los comienzos de la era cristiana, los Hechos de los Apóstoles la llaman “el grupo de los creyentes”. Ahí vemos dos facetas muy importantes de lo que es la Iglesia:
En primer término, es un grupo. Esto significa, y exige, cohesión, identificación. Nadie tiene derecho a mirarla desde fuera, sólo para juzgarla, como uno que no está comprometido.
En segundo término, se habla de “creyentes”. Son gente que pone su fe en Dios, que sabe que son pecadores, pero amados por Dios. Saben que Dios quiere – y puede – hacer obras grandes y poderosas en medio de su debilidad.
En la Vigilia Pascual hay una ceremonia que nos puede ilustrar lo que es este camino: la liturgia de la luz. Todo está a oscuras. Se saca (si se hace correctamente) una chispa de una piedra. Es el símbolo de que Cristo, luz del mundo, resucitó de una tumba cavada en una piedra. Además, es el símbolo de que, no importa lo muerto y lo frío que parezca algo, guarda una chispa que puede convertirse en fuego, aunque necesite un golpe fuerte para soltar la chispa.
Con este fuego nuevo, se enciende el cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado. Él – Y SOLAMENTE ÉL – es nuestra luz. A medida que la procesión entra en la iglesia, todos encienden su vela con la luz que viene del cirio. No importa si viene directamente del cirio, o por medio de otra persona que está cerca. Lo importante es la luz, que siempre es la luz de Cristo.
Encender una sola vela en medio de la oscuridad no ayuda mucho. Es esta experiencia nuestra cuando nos preguntamos, “¿qué puedo hacer yo solo frente a tanta gente, frente a una situación estructural?” Es verdad, no se puede hacer gran cosa. Una velita es sólo una velita. Pero: ¡ES UNA VELITA! Creo que son los chinos que tienen un dicho que reza, “más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”. A medida que cada uno enciende su velita, se va iluminando el ambiente, nos vemos la cara, nos conocemos, y hay una sensación de calor y de acogida. A nadie se le pide grandes cosas, pero a cada uno se le pide que haga lo poco que puede.
No nos preocupemos por los que no encienden su vela, o la vuelven a apagar. Mantengamos nuestra luz encendida, para que Cristo brille en el mundo y nosotros seamos portadores de su luz.
De hecho, al ser alumbrados por la luz de Cristo, somos unos auténticos ILUMINADOS. Porque, al haber pasado con Él por la muerte y resurrección, sabemos cómo es realmente la vida en todas sus dimensiones, incluso después de la muerte. Eso da a nuestra vida un nuevo sentido, un nuevo sabor, una nueva fuerza.

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN

2 comentarios:

  1. Honoris02:10

    Hermosas palabras padre. Que Dios lo siga bendiciendo. Un fuerte abrazo y nos vemos pronto.

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  2. Anónimo00:19

    felicidades por esta pagina son unas hermosas palabras

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