En estos días recibí la declaración de nuestros obispos sobre las elecciones que se avecinan. La publico íntegramente en este blog:
1.- Los Arzobispos y
Obispos de Venezuela, reunidos en la XLII Asamblea Plenaria Extraordinaria,
saludamos con afecto sincero al Pueblo de Dios que peregrina en Venezuela y a
todos los habitantes de nuestra Patria. Queremos compartir con todos algunas
reflexiones sobre un tema inquietante y de vital importancia para el presente y
futuro de la nación, como es el largo proceso electoral que se avecina.
2.- Los Obispos somos conscientes de que como ciudadanos
responsables y creyentes motivados por los valores del Evangelio, nuestra
vocación cristiana y misión pastoral implican contribuir a que todos los
ciudadanos seamos constructores de paz, de reconciliación y de entendimiento
entre todos.
3.- Las elecciones en los años venideros son de gran relevancia:
primero elegiremos al Presidente de la República (7 de octubre 2012), luego a
los Gobernadores de Estado e integrantes de los Consejos Legislativos (16
diciembre 2012), y por último, a los Alcaldes y Miembros de los Concejos
Municipales (el 14 de abril 2013).
El voto: un derecho humano para el bien de nuestro pueblo
4.- El avance de los derechos
humanos a nivel universal ha incorporado el derecho al voto y el respeto de la
decisión de cada uno, como uno de esos derechos, reconocido y protegido internacionalmente.
La Doctrina Social de la Iglesia lo asume como una tarea inherente al ejercicio
de la vida democrática e instrumento para preservar la paz y el entendimiento
entre todos los ciudadanos.
5.- En ocasiones, los procesos electorales generan, en algunos actores,
una lucha y emocionalidad que requiere ser encauzada para evitar excesos,
fanatismos, insultos, agresiones verbales o físicas, ventajismos, que, en el
clima de polarización que vive el país, pueden conducir a actitudes poco
cónsonas con la civilidad, racionalidad y respeto básicos que deben reinar por
encima de cualquier diferencia.
6.- Las elecciones son para
evaluar gestiones de gobierno y escoger entre propuestas alternativas,
mandatarios responsables; así significan una oportunidad para demostrar la
madurez cívica y el ejercicio de la soberanía popular de la población de un
país. Ratificamos nuestro llamado acerca de la necesidad de garantizar que
todos los pasos del proceso se desarrollen con el consenso y apoyo de todas las
organizaciones que están involucradas. Por ello, sometemos a la consideración
de todos algunos puntos que estamos convencidos pueden ayudar a crecer en
ciudadanía, preservar la paz y avizorar un futuro de convivencia y desarrollo.
Las elecciones: un deber de participación de todos con responsabilidad y
eficiencia
7.- En efecto, es tarea de
todos reforzar cuanto favorezca la paz para que se consolide una base sólida
para la convivencia ciudadana. Este momento histórico exige crear y consolidar
las mejores condiciones para que se fortalezcan el sentido ético, la
tranquilidad y seguridad como responsabilidades que a cada uno nos toca.
8.- A los electores: somos
seres humanos con dignidad inalienable, ciudadanos, hijos de esta tierra a la
que nos debemos. Ser elector es un derecho y un deber. Participar supone
interés por inscribirse, revisar su lugar de votación, animar a otros a que
también lo hagan; pero todo proceso eleccionario exige un gran número de ciudadanos
prestando una colaboración voluntaria, activa en la preparación, ejecución y
preservación del voto. Los más jóvenes y nuevos electores deben ser animados
por el ejemplo de los mayores en su responsabilidad ciudadana. Seamos
proactivos y personas de esperanza. El país lo construimos todos. Y cada
decisión, a través de los procesos eleccionarios, genera también
responsabilidades ineludibles.
9.- Al Consejo Nacional
Electoral: como ente rector de estos comicios tiene la máxima responsabilidad
en la conducción del proceso electoral y por ello se le pide apego a los principios
de igualdad, confiabilidad, imparcialidad y eficiencia, apegados a la norma
constitucional, y se le debe ofrecer apoyo sincero y respetuoso para tal tarea.
Un desarrollo sereno y transparente en todas las etapas contribuirá a
fortalecer la paz y la convivencia de todos los venezolanos.
9a.- El Registro Electoral, en
particular, debe ser depurado transparentemente. La inscripción en los
consulados en el exterior debe garantizarse, así como superar los
inconvenientes que han sido denunciados recientemente.
9b.-Se han señalado discrepancias en los criterios sobre la distribución
de las mesas electorales. Es necesario disipar esas dudas. Mientras que en
lugares muy poblados se concentran demasiados electores con los problemas
típicos de colas interminables, en algunos lugares con menor densidad de
población parece que hay un número excesivo de mesas.
10.-A los Miembros de Mesa: todo el pueblo espera el respeto a la
voluntad ciudadana. Entre los actores electorales, los Miembros de Mesa siempre
han jugado un papel específico, primordial e insustituible. Los exhortamos a participar
con interés en esta noble responsabilidad, asumiendo la capacitación y el
entrenamiento necesarios para que los procesos comiciales no dejen dudas en la
ciudadanía.
Observación internacional
11.-Un gran apoyo a la tranquilidad y confianza del electorado, es que
el CNE invite a las organizaciones internacionales especializadas en
observación electoral. Dicha observación externa, plural, calificada e invitada
a tiempo, favorece a todos, pues crea un clima de confianza que ayuda a
preservar la paz. Tanto si los resultados ofrecen márgenes amplios como estrechos,
este instrumento, usado hoy por la mayoría de los países democráticos, es un
invalorable aporte a la concordia ciudadana.
12.-Los Obispos estamos al servicio del pueblo todo. Trabajemos juntos
por la convivencia serena de todos los venezolanos. Es el mejor aporte que
podemos dar en estos momentos. Las sugerencias que hemos señalado buscan que
reine la paz en la justicia, la libertad y la verdad, en esta tierra de gracia.
Elevamos nuestra oración al Dios de la paz y la misericordia para que todos nos
comprometamos en un proceso electoral en el que sobresalgan la armonía, el
respeto, la fraternidad, la justa convivencia. ¡Santa María, Reina de la paz,
ruega por nosotros!
Con nuestra bendición.
Caracas, 19 de octubre de 2011
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela