Hay muchas corrientes que nos quieren hacer ver que la salvación viene de ellos. La política - o lo que puede llamarse todavía así - no está exenta de este error. Hay que poner el dedo en la llaga. Todas las seudo-religiones, aunque utilicen símbolos cristianos, son proyecciones de nuestra mente. Y nos confirman en nuestras acciones y actitudes erróneas y pecadoras.
Veamos el caso de Venezuela. Dejemos que hablen las imágenes:
El que lleve a pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le
valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino y lo arrojaran
al fondo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que
sucedan escándalos. Pero, ¡ay del hombre por quien viene el escándalo!
(Mateo 18,6-7).
El final es ineludible - mientras Dios sea Dios.
El final es ineludible - mientras Dios sea Dios.
Nuestra respuesta puede ser una sola: la fidelidad al Señor. No a una
idea, sino a una persona. En el ambiente que nos rodea, esto es difícil.
Pero son los "dolores de parto" que debemos sufrir para que se revele
toda la gloria de Dios, y la nuestra en Él.
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