Un santo de rodillas ve más lejos que un filósofo de puntillas. (Corrie ten Boom)

16.7.11

Los Blogs y la Propiedad Intelectual

Hace unas semanas me llegaron algunas preguntas acerca de la cuestión de propiedad intelectual en los blogs, y la ética en el uso de textos e imágenes. Las respuestas, según aquel correo, se resumen así:

1. Una posición afirma que el contenido de los blogs no le pertenece al autor del blog porque es obra de Dios. No debe importar que le copien y no hagan referencia del origen de la cita tomada.
2. La otra posición afirma que hay derechos de autor y que el copiar se convertiría en plagio, que debe hacerse referencia de donde se ha tomado. Es la posición de los blogueros periodistas profesionales.
3. La polémica comenzó sobre el hecho de que muchos blogueros toman de la web imágenes con derechos de autor, sin solicitar permiso, etc.

Quisiera responder, hasta dónde puedo, a estas preguntas, sin ser exhaustivo. Porque, es verdad, algunas veces estas preguntas me habían pasado por la mente, pero nunca les había dedicado una reflexión más profunda.
No estoy de acuerdo con la posición mencionada en el número uno. Por supuesto, todo buen pensamiento viene de Dios, y nadie es propietario de él. Pero también es verdad que Dios habla – o escribe – a través de esta persona específica. No se trata tanto de ensalzar al autor del blog, sino de ser honesto; no debemos dar la impresión que nosotros somos el autor de un texto, cuando, en realidad, es otra persona. Porque no se trata sólo de posibles ingresos económicos, sino también de una reputación. No debemos adornarnos “con plumas ajenas”.
A este respecto me parece muy valiosa la contribución que encontré en este blog, del 30 de mayo de 2011: http://familiavidaylibertad.blogspot.com/2011_05_01_archive.html, y que transcribo aquí:
Como un valioso punto de referencia quiero citar la reciente Ley sobre protección de los Derechos de Autor del Estado de la Ciudad del Vaticano, aprobada el 19-3-11 pasado. En esta ley se tiene muy en cuenta la exigencia de la difusión de los de los textos originales del Magisterio que cualquier persona privada tiene la posibilidad de descargar libremente del sitio de Internet de la Santa Sede y de difundir, con tal de que no saque de ello beneficio económico, y siempre que se respete la originalidad e integridad de los textos del Magisterio, que sería jurídicamente ilícito (además de éticamente reprobable) modificar.
En resumen, la finalidad de la ley no es impedir la libre utilización personal de los textos del Magisterio, que están disponibles para actividades no lucrativas, sino proteger su integridad, y, en definitiva, la autenticidad del contenido. Siempre en referencia a textos, no a imágenes, fotos, o sonidos, como la voz, que no podrán ser utilizados sin permiso.
En mi opinión personal, me parece bien que se copien los textos de un blog, siempre que se cite al autor y la dirección del blog (como cuando en un libro o artículo impreso se hacen citas del texto de otro autor, entre comillas y citando la bibliografía). Si escribimos algo que pueda ayudar a otros, por qué vamos a impedir su difusión; contra más se difunda la verdad, mucho mejor. Lo que no sería lícito, ni ético, sería modificar el texto, alterar el sentido, ocultar el nombre del autor, o utilizarlo para obtener beneficios económicos. En ese caso estaríamos ante un plagio. Es decir, considero, que hemos de favorecer que se difunda la verdad (el texto y el autor), pero no la mentira ni el plagio, que no deja de ser un robo. Cierto que cada país puede tener una legislación o usos diferentes a otros, pero nosotros como católicos tenemos que tener claro el "no robarás".
Otro asunto sería la utilización de fotos de personas, sobre todo de los hijos y familiares que aparecen en algunos blogs: ahí sí que se debe impedir su difusión sin el permiso explícito del autor, pues se podría hacer mal uso de unas imágenes, que si bien aparecen en un la red, no dejan de pertenecer a la vida íntima de la persona autora del blog. (Hasta aquí la cita)
Mi problema personal son más bien las imágenes de obras de arte que se consiguen con toda facilidad en internet. Aplicando los criterios antes mencionados, sería justo mencionar el artista. A veces las copias o fotografías son de ángulos complicados que necesitan cierta técnica para tomarlas. Si es posible, sería bueno mencionar también el fotógrafo, a no ser que está claro que uno no es el autor de la foto.
Mucho depende de la legislación de un país determinado. También es un hecho que hoy en día es muy fácil tener acceso a muchísimas imágenes, y que no consta siempre que tienen derechos de autor. Con las facilidades de internet tendremos que pensar, más que en legislación, en la honestidad del bloguero. No se debe sacar provecho económico del trabajo de otro. Y tampoco debemos utilizarlo para lanzarnos a la fama a nosotros mismos, dejando al autor del trabajo en la sombra.
Esta última cuestión se soluciona en buena parte si el bloguero está consciente de por qué escribe un blog: ¿es para lucirse, haciendo sombra a otros? ¿Es netamente para ganar dinero o una ventaja económica? ¿O es para dar testimonio y contribuir a la difusión del Evangelio? Una vez que haya una consciencia clara sobre estas preguntas, lo demás caerá en su sitio.
Ya el 27 de mayo hubo una entrada en el mismo blog que dice:
Estamos atentos a la presencia pastoral de la Iglesia en esta realidad cultural emergente. Queremos animar y apoyar a quienes trabajan para hacer la red más humana, sean católicos o no. Además de las reflexiones sobre problemas de derechos de autor y lo que significa ser un bloguero católico, este encuentro ha sido un primer paso para reconocer esta forma peculiar de expresar la experiencia humana, no sólo como una alternativa o un suplemento a la difusión de noticias, sino como una comunidad viva con todas sus necesidades y esperanzas, ansiedades y dificultades. Nuestra intención es escucharles, caminar y trabajar con ustedes, mientras se van desarrollando cada vez más las redes sociales y los micro-blogs y se van difundiendo en la comunidad los efectos de estos lenguajes en rápida evolución.

4 comentarios:

  1. Beda: Cuando empecé en este mundo del blog, me venían problemas de conciencia relacionados con todo lo que expones en tu artículo, que es muy interesante considerar. En mi caso, el blog ha sido un medio muy oportuno para mi trabajo como profesor de Religión, y, por supuesto, es una forma de evangelización, que extiende el horizonte más allá de lo que podamos pensar. En este sentido, mi motivación es religiosa y educativa, ciento por ciento. Lo único que hago siempre, es indicar la fuente de donde he extraido los recursos que comparto: textos, imágenes, vídeos, etc. y hago un enlace con la dirección original. En el caso de las imágenes cuando desconozco el autor, siempre indico en forma general que las he tomado del google. Aquí en España hay un gran debate en torno a este tema, relacionado con las descargas, y la protección de los datos y la propiedad intelectual.

    Gracias, por traer aquí este tema y un abrazo desde Tenerife

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  2. Anónimo17:43

    Muchas gracias por escribir al respecto Padre Beda. Mi amiga Maria Auxiliadora me ha hablado de usted y me comentö de este escrito. Hasta ahora he visto que se hace mucho énfasis en criticar a los que piden que se respete la propiedad intelectual, sin embargo, creo que ud ha tocado un punto que se ha dejado a un lado: el ser honesto y el no dar una falsa imagen (hablando del que copia)... creo que el peligro es "adornarnos con plumas ajenas" como ud dice. Le agradezco la reflexión Padre, Dios lo siga bendiciendo!! Por cierto, su abadía está hermosísima!!
    Xhonane Olivas

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  3. P. Beda me ha encantado como ha definido sus derechos de autor en la columna de la derecha. Me recuerda que yo no he hecho mis condiciones de uso.

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  4. Sí, María, vamos poco a poco, y se van clarificando nuestros criterios. Gracias por tu comentario.

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