Del Blog
Icewhisper
|
Otra
cosa que pesa a la gente cuando se acerca su hora de morir es, según Bronnie
Ware, el área de los sentimientos. Según su blog, el tercer lamento de los
moribundos es éste:
Quisiera
haber tenido la valentía de expresar mis sentimientos. Mucha gente suprimía sus sentimientos
para mantener la paz con los demás. Como resultado, se instalaban en una
existencia mediocre, y nunca llegaban a ser lo que eran capaces de ser. Muchos
desarrollaban enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento que
llevaban como resultado de esto.
No podemos controlar las reacciones de
los demás. Sin embargo, aunque la gente, al comienzo, puede reaccionar cuando
cambias tu manera de ser, por hablar honestamente, al final esto eleva la
relación a un nivel enteramente nuevo y más sano. U ocurre esto, o la relación
malsana se aleja de tu vida. En cualquier caso, tú sales ganando (http://www.inspirationandchai.com/Regrets-of-the-Dying.html).
Muchas
veces reprimimos nuestros sentimientos para mantener la “paz”. Pero, ¿qué paz?
La palabra hebrea “shalom” no significa sólo paz en el sentido de que no hay
guerra, sino paz y bienestar, según este saludo que usan los franciscanos, “paz
y bien”. Una paz que no incluye nuestro bien sino, al contrario, nos enferma y
merma nuestro crecimiento, es apenas una “paz romana”, una paz impuesta por el
más fuerte de tal manera que a nadie se le ocurre pensar o actuar de otra manera.
Ésta no es la paz de Cristo.
Muchas
veces, nuestra educación nos hizo ver que manifestar los sentimientos era malo.
Pero los sentimientos son lo más puro y delicado que tenemos. No son ni buenos
ni malos; simplemente SON. Son parte de nuestra naturaleza, y un don de Dios.
Porque los sentimientos nos indican qué está pasando en lo más profundo de
nuestro ser. Nos dicen lo que es útil y lo que es dañino para nosotros.
De
esta manera, al manifestarle a otra persona lo que siento, le dejo saber cómo
puede ayudarme y amarme – si realmente me ama. Es entrar en confianza; y esto
le da a la relación una dimensión mucho más profunda.
Si
no nos atrevemos a dar este paso, nos exponemos a que nos manipulen y utilicen para fines ajenos a nuestro
bienestar y crecimiento. Sabemos que los sentimientos reprimidos o rechazados
vuelven a hacer de las suyas, de manera más disfrazada e incontrolada. Además,
generan frustración, resentimiento y amargura que pueden causar enfermedades.
Porque vivimos una vida ajena, no la nuestra. Esto nos remite al primer pesar
que vimos hace dos semanas.
¿Cómo
hago para tener la valentía de manifestar mis sentimientos? Exige una toma de
consciencia. ¿Quién es mi creador? ¿A imagen de quién estoy hecho? Si aceptamos
que Dios es mi creador, que estoy hecho a imagen y semejanza suya, nadie más
tiene el derecho de someterme o manipularme, para acomodarme a sus intereses.
Por lo tanto, cuanto más profunda sea mi relación con Dios, tanto más fácil se
me hace manifestar mis sentimientos en un momento dado, y vivir mi vida sin
intromisiones de otros. Se trata, entonces, de saberse aceptado por Dios en lo
más íntimo de nuestro ser; y, desde allí, intentamos cambiar lo que haya que
cambiar, o al menos, manifestar lo que sentimos. La paz verdadera no significa
rebelión, para cambiar los papeles, sino respeto mutuo, sin entregar lo que es
nuestro, y sin quitarle al otro lo auténticamente suyo. Me parece muy
alentadora la última frase este párrafo del blog que dice en cualquier caso, tú sales ganado.
Es un tema que vale
la pena revisar en cuaresma.
Pdre Beda al leerlo se conjugan varios conceptos aprendidos de modo aislado,que por momento no crees posible relacionar, pero estan cocidos como parte de un mismo vestido. Asertividad es un concepto manejado en las teorias sobre liderazgo y trabajo en equipos de alto desempeño, él mismo trata de la necesidad que tiene el ser humano de aprender a decir NO de forma constructiva evitando el conflicto, con la finalidad de no involucrase en cosas o situaciones que no son de su agrado o competencia. Por otra parte he estado leyendo un libro de Fray Benjami sobre el Cristianismo como Terapia (introduccion a la soterologia)en el se aborda el tema de como nos relacionamos con la imagen de Dios, y comó la sanacion emocional y fisica trasciende a la sanacion del alma. A modo particular pienso que el miedo a ser rechazados y el apego al mundo nos hace cobarde y nos lleva a vivir una vida menguada, llena de "pudo ser", que nos frustran y que luego el cuerpo expresa en enfermedad. Cuando profundizamos en una relacion intima con Dios, nos aperturamos a otra dimension del mundo, y ya a pesar del miedo sobreviene una fuerza para tener la libertad de decir No o decir Si. Gracias por tomarse el tiempo de compartir su sabiduria, me hace bien leerlo!!! un abrazote
ResponderBorrar