Un santo de rodillas ve más lejos que un filósofo de puntillas. (Corrie ten Boom)

30.9.10

Arquitectura y Espiritualidad

Hace 25 años comenzó la construcción de nuestra abadía. Yo había estado en la comisión de enlace entre la comunidad y el arquitecto. Recuerdo que la primera reunión versó sobre el tema de los diferentes locales que necesitaríamos: iglesia, habitaciones, cocina, sala de reuniones, etc., y sus respectivos tamaños. En la segunda reunión, la tarea fue la de organizar los espacios: qué debe ir junto, como la sacristía cerca de la iglesia, la dispensa cerca de la cocina, etc., y qué debe ir separado: como no poner la cocina al lado de la iglesia. Así el plan fue tomando la forma que tiene ahora.
Es sorprendente cómo esta forma refleja nuestra espiritualidad benedictina. Es la forma de un molinete o, si se quiere, una cruz. Tenemos en el norte la iglesia, el sitio donde nos congregamos varias veces al día para alabar a Dios. En el ala sur están los servicios, como garajes, lavandería, sastrería, un taller, etc. Este eje norte - sur apunta a nuestra vida que busca unir la oración y el trabajo, siendo la oración "el norte" de nuestra vida. Sin ella, el trabajo se convierte en rutina sin sentido que nos lleva al vacío.
El otro eje es el de este - oeste. En el lado este están nuestras habitaciones, llamadas también "celdas", una palabra que viene del uso de los monjes antiguos: "Kellion". En el lado oeste están las habitaciones de los huéspedes que vienen a nuestra abadía para buscar paz en medio de su vida muchas veces agitada. Y, en último término, buscan a Dios. Así se refleja nuestra tensión entre la vida a solas con Dios y nuestra misión de facilitarles a nuestros hermanos el encuentro con Dios.
Estos dos ejes están unidos por el claustro donde se encuentran las áreas comunitarias: comedor de la comunidad, comedor de huéspedes, salas de conferencias y de reuniones, el área de la portería.
Por supuesto, esta distribución arquitectónica no es la única posible para expresar la espiritualidad benedictina; hay muchas otras. Eso refleja también la gran variedad que hay entre los diferentes monasterios benedictinos. Como una construcción determinada expresa el espíritu de los constructores, así también el edificio construido ayuda a vivir esta espiritualidad.

1 comentario:

  1. Anónimo03:01

    Hermoso lugar al cual las veces que lo visito, me quiero quedar... Mucha paz y se disfruta la presencia de Dios y de todos esos santos hombres que alli hacen vida monástica. Dios los Bendiga y acompañe siempre.

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